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lunes, 25 de abril de 2011

El secreto de la resistencia insólita de un edificio de la Antigua Roma



Hace casi 1.900 años, los romanos construyeron lo que sigue siendo la cúpula de hormigón no armado más grande del mundo: el Panteón de Roma.

El secreto de esta asombrosa longevidad, un secreto que quizás no sabían ni siquiera los ingenieros de la época del Emperador Adriano, fue la colocación y posterior endurecimiento, desde dentro hacia fuera, del hormigón ligero utilizado para construir la cúpula.

Este proceso fortalece el material, mejora su durabilidad, su resistencia a agrietarse, y otras propiedades; un resultado que hace que en la actualidad el Panteón siga siendo utilizado para acontecimientos especiales.

Paradójicamente, sólo en la última década ha comenzando esta técnica a tener una acogida significativa en las grandes infraestructuras del mundo moderno.

Esta técnica se utiliza cada vez más en la construcción de tableros de puentes, aceras, estructuras de aparcamientos, tanques de agua y cocheras de trenes, tal como queda reflejado en un informe que sobre la situación actual de esta nueva (o vieja) tecnología del hormigón ha llevado a cabo un equipo de expertos del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST por sus siglas en inglés), de Estados Unidos.

Según las estimaciones hechas en un estudio citado en dicho informe, los tableros de puentes construidos con hormigón de alto rendimiento, aplicado mediante esa técnica usada en el Panteón Romano, tendrán una vida útil de 63 años, casi el triple de los 22 años del hormigón convencional y un 50 por ciento más de los 40 años del hormigón de alto rendimiento pero aplicado con otra técnica.





subido por jiale!

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