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lunes, 25 de abril de 2011

Se reanuda la destrucción del ozono en el Ártico


Las temperaturas inusualmente bajas en la capa ártica de ozono han iniciado recientemente un proceso de destrucción masiva del ozono. El Ártico puede estar en peligro de sufrir pérdidas récord de este gas que protege la superficie de la Tierra contra la radiación ultravioleta del Sol.

Éste es el resultado de mediciones realizadas por una red internacional de más de 30 estaciones de sondeo de ozono distribuidas por la región ártica y subártica, coordinada por la Unidad de Investigación de Potsdam, del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina, dependiente de la Asociación Helmholtz (AWI) en Alemania.

Las mediciones hechas por el equipo de Markus Rex muestran que, en las altitudes más relevantes, cerca de la mitad del ozono que estaba presente sobre el Ártico ha sido destruido en cuestión de semanas.

Dado que las condiciones que conducen a esta destrucción inusualmente rápida del ozono siguen prevaleciendo, los científicos estiman que se producirá una destrucción aún mayor.

Los cambios observados en la actualidad también pueden tener repercusiones fuera de la zona escasamente poblada del Ártico. Las masas de aire expuestas a la pérdida de ozono sobre el Ártico tienden a desplazarse hacia el sur. Por lo tanto, debido a la reducción de la protección frente a los rayos ultravioleta a causa del enrarecimiento de la capa de ozono, los episodios de radiación ultravioleta de alta intensidad alcanzando la superficie también pueden darse en latitudes medias. "En la primavera de este año se debería prestar una atención especial a la protección frente a la radiación ultravioleta", recomienda Rex.

El ozono se destruye cuando los productos de degradación de los clorofluorocarbonos (CFCs) antropogénicos expuestos a condiciones de frío extremo se convierten en sustancias destructoras del ozono.

Desde hace varios años, los científicos observan una conexión entre la pérdida de ozono y el cambio climático, y en particular el hecho de que en la estratosfera del Ártico, ubicada a unos 20 kilómetros de altitud, donde se encuentra la capa de ozono, los inviernos parecen haber sido cada vez más fríos. Este fenómeno parece ser la causa de las grandes pérdidas de ozono observadas. En el invierno pasado se ha mantenido esta misma tónica, que parece ser fruto del calentamiento global.

Que el calentamiento global implique un enfriamiento parece paradójico, pero la explicación es sencilla: Por decirlo de una manera simplificada, las concentraciones crecientes de gases de efecto invernadero retienen la radiación térmica de la Tierra en las capas inferiores de la atmósfera, por lo tanto calientan estas capas. De esta manera, llega menos calor a la estratosfera, intensificando el efecto de enfriamiento de esa zona. Este enfriamiento acontece en la capa de ozono y puede contribuir a una mayor destrucción de este último.


Subido por jiale!

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